martes, 27 de enero de 2015

Capitulo 23

Volví a casa a eso de las tres de la tarde y fui directamente a mi habitación, tiro mi mochila por algún rincón y me desplomo en la cama. Me quedo así, mirando el techo, pensando en todo, pensando en nada, a veces me gustaría simplemente no haber pasado por todo lo que pase en cuanto al amor ¿por que es que nos tenemos que enamorar de la persona equivocada? o mas bien, de aquella que no nos merece y no podemos hacerlo con la persona que realmente nos valora, Federico, Valentin... ¿por que no puedo quererlos a ellos? Jennifer Lopez suena en la radio cantando algo sobre que algo bueno siempre surge de algo malo ¿que algo bueno puede surgir con Pedro cuando el ni siquiera lo es? me castigo mentalmente, lo estaba haciendo otra vez y yo me prometí no volver a tener este tipo de pensamientos nunca mas.
Tras quedarme un rato mas en esa posición decido levantarme y ponerme ropa cómoda, acomode y limpie mi habitación al ritmo de la música, cuando estuve satisfecha de como quedó baje para encontrarme a mama viendo una de sus típicas novelas extranjeras mientras tomaba mates con masitas, me senté a hacerle compañía y trataba de adivinar que era lo que estaba pasando en la televisión, al parecer era una de esas peleas de machos por la hermosa chica, revoleo los ojos, me pareció estar en esa incomoda posición hace tan solo unas tres o cuatro horas atrás, la voz de mi mama me saca de trance


-Los hombres son tan torpes y tan... primitivos que parece que se quedaron en la prehistoria, hacen todo sin pensar y son tan impulsivos que después se arrepienten de lo que hicieron aunque ya sea demasiado tarde, sino mira lo que le pasó a Juan Cruz-señala la televisión-le hizo tan imposible la vida a Penelope que cuando ella empezó a cambiarlo por otro el empezó a quererla. 

-¿Por que me decís esto mama?- la miro confusa-
-Porque lo peor que podes hacerle a un hombre es golpearle el ego de macho alfa que tiene, se creen los seres superiores y a la primera de cambio son ellos lo que nos insisten-sonríe- 


Le devuelvo el mate y tras agarrar un bizcochito vuelvo mi vista a la televisión en donde todavia sigue la pelea de machos por su chica, al final de cuentas resulto interesante ver como Juan Cruz confesaba tener sentimientos por Penelope y Octavio queriéndolo matar practicamente ahí mismo. Hombres, hombres... a veces tenes que escribirles las cosas o decirlas letra por letra como a los nenes chiquitos para ver si te entienden, hasta ese punto llegamos las mujeres !por el amor de Jesús!.

Una vez que termino la novela me ofrecí a hacer las compras ya que no tenia nada que hacer, caminar un rato me vendría bien y le ahorraría a mi mama la caminata que no tenia ganas de hacer, en el super mire la lista que llevaba en mi mano, huevos, pan, fideos.... y cuando me quise acordar salí del lugar llevando cuatro bolsas, mierda ¿tanto tenia que comprar? mas le vale que por lo menos que me haga ese flan que estaba anotado, que la compra valga la pena ¿no? al llegar a casa escucho las voces de mi papa y hermano que provenían de la cocina
me dirijo ahí y me río silenciosamente de la escena que veo, esta toda la cocina y la mesada llena de harina y mezcla de lo que parece que iban a ser panqueques y lo confirmo cuando veo sobre un plato tres panqueques absolutamente quemados.

-¿Que paso?-sonrío mientras dejo las bolsas, mama revolea los ojos mientras suspira y ya sospecho de donde viene mi manía-

-A esto me refería cuando decía que los hombres eran torpes y que hacen todo impulsivamente
-!Mama! solo queríamos hacer panqueques-dice mi hermano- 
-Si, la idea era que hagan panqueques no que quemen la cocina y hagan tanto desastre
-Perdón amor-sonríe papa mientras abraza a mama y ya se que se la metió totalmente en el bolsillo-
-Se hubieran ahorrado todo este lío si me hubiera dejado a mi, pero son taan cabezotas
-Bueno ma, lo limpias y ya esta-acota Joaquin-
-¿Perdón? no soy su sirvienta, así que agarran el trapo y se ponen a limpiar-dice mirando a los dos hombres de la familia-
-¿No podemos negociarlo?-pregunta papa-
-Obvio que si mi amor, pensándolo bien vos vas a preparar la comida de esta noche mientras Joaquin limpia el desastre que dejaron, no esta mal que hagan de amos de casa-me mira guiñándome un ojo- con Pau los dejamos solos así pueden inspirarse mientras nosotras nos sentamos a charlar 


Dicho esto salimos de la cocina y riéndonos nos sentamos para tener nuestra charla de madre e hija que dijo mientras los únicos hombres de nuestras vidas intentaban hacerse amigos de la cocina. 



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-Para ser una de las primeras veces que cocinan nada mal-digo una vez que termino de comer los fideos con tuco-
-!¿Nada mal?! esperaba que dijeras "oh, esta riquísimo""esto esta espectacular" no un simple "nada mal" estuve una hora cortando la cebolla-dice ofendido mi hermano-
-Si, es verdad, haceme acordar que suba a facebook la foto tuya llorando mientras picas la cebolla, o mejor, por ahí se la muestre a Abi-sonrío maliciosamente- 
-¿Me sacaste una foto?-esta sorprendido y horrorizado a la vez-
-Si y ya estoy pensando que vas a hacer para mi si no queres que esa foto accidentalmente llegue a mi amiga
-Paula, deja al pobre de tu hermano-me reta papa, aunque esta riéndose-
-¿Que tiene? por algo es el menor, tiene que hacerle caso a su hermana mayor-sonrío triunfal y me gano la mirada de odio de Joaquin- 
-¿Alguien va a querer el postre?-pregunta mama mientras levanta la mesa-
-Por mas que ame le helado, paso, me voy a bañar y después a la cama, estoy cansada-saludo uno por uno- mañana quiero que ordenes mi habitación-le digo a mi hermano una vez que me acerco a saludarlo-
-Pero si la limpiaste hoy
-Lo se, pero soy mujer y me voy a encargar de que quede hecha un lío para mañana-sonrio y me voy-



Después de un baño relajante me meto en la comodidad de mi cama y sonrío al pensar en que hoy pude disfrutar del día y que no hubo nada que me haya impedido hacerlo, no Pedro, no Federico, no Valentin no nada. Simplemente yo, como hacia tiempo no lo estaba.








Continuara....




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